Álex García Céspedes/Redacción Santa Cruz
La jornada de ayer quedó marcada con la presentación internacional de la Mazda CX-90, una vagoneta mediana con 3 filas de asientos que sustituirá a la CX-9. Dicho modelo se presenta como la evolución de la marca hacia un segmento en el que se ubican marcas como BMW o Mercedes-Benz.
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Desde ya hace varios años, la filosofía de Mazda se ha plantado en una transformación de la marca de ser una marca generalista a una marca Premium. Según la prensa especializada, esto sucedió desde que se inicio con el diseño Kodo, los modelos de la marca japonesa se han ido adaptando a materiales más suaves y con mejores sensaciones tanto de manejo como de confort.
El interior, sin embargo, es el pináculo de su filosofía. Todos los materiales son de tacto suave, con materiales en aluminio cepillado y madera real. También incluye asientos con cuero Nappa.
Su equipamiento estará comprendido por la pantalla multimedia de 13 pulgadas, cámaras 360°, asientos de cuero eléctricos, retrovisor interior con pantalla, techo panorámico, climatizador de 3 zonas, tablero digital, entre otros ítems.
Pero quizá el detonante de esta evolución es su motorización, ya que se ofrecerán dos motores ambos con hibridación. El primero disponible es un gasolina de 6 cilindros en línea que generan 340 caballos con transmisión de 8 velocidades automática. En tanto que la segunda opción se dará a conocer en el año y es un 2.5 litros de 4 cilindros turbo que genere más de 300 caballos.
La plataforma es de tracción trasera, pero con la opción de tener la tracción 4×4.
Naturalmente, y aunque no ha sido mencionado por la marca, CX-90 es el reemplazo de lo que llega a ser el actual CX-9 que se ofrece en Bolivia.
Con este lanzamiento, Mazda da a conocer el siguiente paso de su ambicioso plan hacia un segmento donde están las firmas premium.
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